... y una aprendiz, alguien que empieza a entregar su cuerpo con la misma soltura con la que yo entrego el mío, ese desparpajo carente de verguenza y de timidez. Y hacemos nuestras las calles de la ciudad y las convertimos en una inmensa cama, un inmenso territorio para intercambiar saliva, chupar, morder, arañar y danzar al son de una música inaudible de ArvoPart, otro de esos músicos que simbolizan algo que sólo los memos llaman Cultura con Ce Mayúscula. Y tiene un orgasmo bermellón en un parque infantil al mediodía y las mejillas se sonrojan y hace un calor amarillento y mongol y después es un café en una terraza abierta y comer en un restaurante chino-occidental, nada de anguila amarilla frita, nada de medusa en salsa, nada de tripas de cerdo guisadas con verduras chinas. Y más tarde, un cielo incandescente y lluvia fina y su coño abierto al modo del Vaticano y mis dedos y mi lengua recorriéndolo todo como si fuera del personal de limpieza...
1 comment:
(c): cecilia b.
Post a Comment