Yo no soy superior a mi hermano pero sonrío, porque voy por las calles y
sólo yo no existo, la vida corre como todos los ríos, yo soy el único
invisible. ~ Neruda
¿Por qué sigo vagabundeando? No tengo una idea clara de los motivos, ni siquiera tengo motivos. Hay huellas, indicios, impresiones, y todo busca un origen. Entonces entra en juego una explicación plausible y yo inicio mi andadura, camino en el laberinto de las calles, camino por ellas, movido por ellas, arrastrado por el fluir de vida que por ellas transita.
Hay primero una situación confusa, que sólo puede ubicarse en la memoria de mis espejismos. De esa penumbra parto, y si lo que busco tiene suficiente fuerza, inmediatamente se inicia el déjà vu, un balanceo pausado que me empuja al asfalto, lo ilumina todo, conjuga esa materia confusa en una instancia clara y concreta: la vía pública, las travesías, las luces, los rótulos, las vidrieras...
Ese balanceo, ese déjà vu que excita mi búsqueda, es para mí la única certidumbre de su necesidad, porque apenas cesa comprendo que no tengo ya nada en dónde buscar. Y también es la única recompensa de mi trabajo: caminar es dibujar un mandala, y a la vez recorrerlo, descubrir los meridianos de una geografía vital a fuerza de rastrearla; tarea pobre de chamán blanco desorientado en mitad del tráfico urbano...
4 comments:
Nota: este texto es remiendo de otro texto, la Morelliana, capítulo 82.
Su montura es copia de la de aquel, su sentido, sin embargo otro. Aunque no tanto.
Te leo.. y me leo..
Esa sensación me suena, pero prefiero no pensar en ello.
Me da frío y algo de miedo.
Beso.
Miranda
Sí, los espectros nos resultan siempre familiares. Quizás porque forman parte de una memoria primaria colectiva... pero no lo sé.
Gracias por vuestros comentarios. Un beso.
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