(Fechado original: 14/11/04)
Me acogió una estancia a media luz y en silencio; allí estaba sentado en el suelo, sin silla, un hombre. En el primer momento me pareció reconocerle.
- ¿Eres Pablo? –pregunté.
- No soy nadie –declaró amablemente-. Aquí no tenemos nombres. Sólo soy un jugador de ajedrez. ¿Desea usted una lección acerca de la reconstrucción de la personalidad?
- Sí, se lo suplico.
- Entonces tenga la bondad de poner a mi disposición un par de docenas de sus figuras.
- ¿De mis figuras?...
- Las figuras en las que ha visto usted descomponerse su personalidad. Sin figuras no me es posible jugar.
10 comments:
Muy bueno, ¿de qué libro es?
Se trata de un párrafo de "El Lobo Estepario". Pág. 205-206 de la edición traducida de 1.967 de Alianza Editorial... En cualquier caso en el link que hago a Hesse está el texto íntegro, y se puede descargar gratuitamente -creo-.
Pues menos mal.
Ese es uno de los libros que más he comprado. Tenía la facultad de no reconocer el camino de vuelta cuando lo prestaba.
En su tiempo aquella imagen de la pastelería me impactó mucho...
Pero hoy creo que ya no lo compraría, lo que son las cosas....
Y en estando por internet...
Gracias por pegar ese trozo que me ha traído tan buenos recuerdos.
Miranda
Gracias. Debo ser de los pocos aficionados a la literatura que no ha leído al lobo (sí Siddarta y El Juego de los Abalorios), y por eso no caí. Gracias por la muestra, y por tus visitas.
Hola Miranda,
Hay libros con propensión viajera, y hay libros también que ocupan un lugar o un momento, y luego pasan. De éste, al igual que tú, guardo imágenes. Figuras que quizás representan lugares comunes que tendemos a encontrarnos recurrentemente después. También recuerdo, porque éste fue uno de los primeros libros que leí de principio a fin y me impresionó especialmente.
Ahora me interesaba la idea de la personalidad como un conjunto de atributos, más o menos arbitrarios o circunstanciales, a los que es posible renunciar, o modificar sustancialmente; y eso me hizo recordar que es la misma idea que sostenía Musil en su “Hombre sin Atributos”. Musil, que al igual que Hesse, escribía en lengua alemana, acabó abandonando su país natal y criticó duramente el régimen nazi...
Rafa: a mí en cambio me queda pendiente "El juego de los Abalorios". Aunque cada vez tengo menos ganas y dispongo de menos tiempo, es uno de los pocos libros que me apetece actualmente leer.
Un saludo a los dos,
¿Has leído la odisea de Ulrich y Agathe, has sido tú? No debemos ser muchos, no. Yo lo leí hace un par de años y todavía me dura la convulsión, es literatura de proyecto largo (en la lectura y sus consecuencias). Tuve la suerte de haber estado enredado con Nietzsche por ese tiempo y todo fue una fiesta del vértigo. Aunque habría bastado con esa llama viva del amor adúltero mantenida a costa de su no consumación (y consumición). Otro libro infinito. Ya hablaremos (escribiremos) sobre esto ¿no? Saludos.
Caray! que cambio!
Me gusta mucho, está como más...no sé, claro, más equilibrado.
Muy bonito rayuela, me gusta.
Que bueno es hacer cambios verdad?
Yo a veces cambio algunos muebles y me quedo tan pancha, pero ahora estoy en una racha que más bien me gustaría desembarazarme de cosas, así que igual por eso me gustan estas nuevas paredes.
Beso.
Miranda
Rayuela, ¿estás bien?
Hace mucho que no posteas...anda, di algo.
Kiss
Sí, gracias, estoy bien.
Sólo que mi portátil ha sufrido un accidente. Nada importante pero estaré sin ordenador aún varios días. Así que no puedo hacer el uso que antes hacía de internet...
Un saludo,
¿Que queda entonces de la propia personalidad? ¿Cuál es nuestra verdadera identidad?
Tal vez sí sea la suma de las casualidades contingentes. O tal vez no y sólo sea lo que queda después de ellas. Acaso nuestra voluntad animal
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